- Año: 2008
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Fotografías:Åke E:son Lindman
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Villa Plus se sitúa en un emplazamiento junto a la costa con espectaculares vistas sobre el límite entre las rocas y el mar abierto. El entorno está fuertemente caracterizado por el cielo y los dramáticos cambios en la luz y el agua, con fuertes vientos barriendo el mar Báltico.
El volumen crea un fuerte contraste con el entorno natural. La casa atraca como un barco en la orilla, dando lugar a una estructura pragmática y clara en la naturaleza, intacta. La vivienda se sitúa más baja y más cercana a la orilla de lo habitual, planteando un problema específico, al llegar las olas a menudo mucho más allá de la orilla. Debido a esto la casa es sustentada por un sistema de pilotis, permitiendo a las olas batir bajo ella.
El cliente tenía el deseo de capturar el entorno y el mar, creado un lugar capaz de albergar espacios tanto para la vida social como la contemplación y la calma.
La casa se enfrenta abiertamente al mar, volviéndole la espalda a la vida urbana. A pesar de ser una casa de verano ofrece las mismas comodidades de una vivienda permanente, pero la vida aquí es un recordatorio de la distancia a la ciudad y del tranquilo entorno.
El diseño es contemporáneo y la construcción sencilla y racional. El lugar es muy complicado y en ocasiones durante la construcción el viento y el estado de la mar hacían imposible alcanzarlo. La elección del material se hizo pensando en crear una afinidad con el entorno. Todas los cerramientos están cubiertos con paneles de pino sin tratar en ambos lados. Al estar el edificio muy expuesto a los agentes meteorológicos se eligió un material que pudiera soportar los efectos el viento y el agua envejeciendo de forma noble. Con el tiempo, los paneles adquirirán un tono plateado, fundiéndose con el bosque circundante. Al respirar y envejecer de forma natural, la fachada está totalmente libre de mantenimiento.
La entrada del edificio está situada en un eje que conecta con un sendero que continúa hasta el embarcadero. La planta baja aloja un espacioso salón con chimenea, la cocina, baño y dormitorios. El piso superior se alcanza mediante una estrecha escalera, consistiendo en un estudio que domina las vistas sobre el mar.
El límite entre exterior e interior se diluye con la materialidad. Aberturas en las paredes y atrios con terrazas protegidas del viento dividen el volumen del edificio en espacios amplios y pasajes más recogidos, generando contrastes que propician el movimiento entre las habitaciones. Cerramientos acristalados conectan el mar abierto al sureste con el lado opuesto, más protegido por el bosque al noroeste.